jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 8:


Las lágrimas comenzaron a salir, comenzaron a salir de felicidad. Estaba realmente feliz, me recargue en su pecho y sentí como su mano pasaba por mi cabello, el trataba de consolarme pero ¿Por qué? Después de unos segundos pare y seque poco a poco las lágrimas, mis ojos me dolían un poco y a decir verdad sin verlos sabía que estaban hinchados. Le di un beso tierno a Justin y luego tome su mano para continuar caminando a ningún lugar en específico. 

-Se hace tarde –dije- y comienza a darme hambre
-¿No has comido? –pregunto.
-Vine sin desayunar –dije.

Rasco un poco su cabeza y hablo nuevamente.

-Creo que el auto esta por aquí cerca y ahí tenía un poco de comida –dijo.
-Perfecto, ¿Cómo están jazy y tú madre? –pregunte.
-Jazy bien y mi madre pues… Aún un poco asustada por lo que paso –dijo.
-Estamos en las mismas –dije.
-Si bueno, eso creo –dijo Justin- Bueno platiquemos del bebe ¿Cómo se llamara?
-No lo sé –dije- solo se una cosa, será niña 
-¿Niña? Bueno, seguro será igual de hermosa que tú –dijo.

Me sonroje un poco y lo bese. Continuamos hablando y caminando hasta que llegamos a su auto, no estaba tan lejos de donde estábamos. Ambos entramos al auto y Justin comenzó a conducir. 

-¿A dónde vamos? –pregunte.
-Te llevare de regreso al internado –dijo- pero mientras toma –saco del asiento trasero un sándwich- Come 
-¿Tan rápido? –Pregunte- ¿Tú no regresaras? 
-No puedo –dijo- Si regresara aun así me correrían por no ir a clases 
-Pero…Pero ¿qué hare con esto? –Pregunte- El embarazo
-Vendré a visitarte una vez a la semana, vendrás conmigo cuando tu panza comience a crecer –dijo.
-Espera… ¿Solo una vez? –Pregunte- Es muy poco 
-Es por la seguridad de los 3 –dijo- Benjamín no me puede ver ¿El sigue ahí? –pregunto.
-Si –agache mi cabeza.
-¿No te ha hecho nada verdad? –pregunto.
-No, bueno… eso creo –dije.

Metí aquel sándwich a mi boca y lo devoré en menos de dos minutos. Justin y yo nos quedamos callados hasta llegar al internado. Me dejo a varios metros de la entrada, antes de salir del auto me acerque hacia él y lo bese, lo bese como si nunca en mi vida lo volvería a ver. Sonreí y hable.

-¿Cuándo vendrás nuevamente? –pregunte.
-Bueno hoy es sábado ¿Qué te parece el miércoles? –pregunto.
-Bien el miércoles –dije- ¿En dónde nos veremos? 
-En el árbol, tú sabes cual –dijo y me beso.
Le correspondí aquel beso y Salí del auto. Antes de salir completamente Justin tomo mi mano y saco su cabeza por la puerta.

-Por favor cuídate ¿sí? –Pregunto- No quiero más tragedias 
-Lo prometo… Adiós –dije.

Salí del auto por completo, tan solo vi a lo lejos a Justin alejarse junto con el auto para luego perderse de mi vista. Toque mi estómago y lo acaricie, camine unos pasos y llegue a la puerta del internado. Entre a él y camine por todas las escaleras y llegar a mi habitación. Cuando entre no había nadie, solo un sobre sobre mi cama. Lo tome, lo abrí y lo leí.

‘Lo siento mucho por lo que paso anoche, no sabía lo que pasaba por mi cabeza. Perdóname y prometo que no volverá a pasar lo ocurrido. Nos vemos en el comedor a la hora de la cena.

Te quiere: Baltazar’

Cerré la carta y la metí nuevamente al sobre. La eche en una cajonera debajo de toda mi ropa y me deje caer en la cama. Estaba algo cansada a decir verdad, Justin y yo caminamos mucho en el día y simplemente necesitaba tomar un poco de agua. Cerré mis ojos y tome un poco de fuerza para poder levantarme e ir al comedor por un poco de agua y digamos que comer algo más. Cuando llegue en una mesa se encontraba benjamín. Me miro, lo mire ¡Diablos! Me di media vuelta y me topé con un chico, alto, igual de fornido ¡Nunca lo había visto! Le quise dar la vuelta para cuando tomo mi muñeca y me llevo casi a fuerza hacia donde estaba benjamín. Me sentó justamente en frente de él y aquel chico cuyo nombre no sabía se sentó a mi lado. 

-Hola preciosa –toco mi mejilla y luego paso aquella caricia a mi cuello- ¿Cómo estás? –pregunto.
-Suéltame –dije- ¿Quién es este? –pregunte. 
-William –dijo aquel chico que tampoco era tan feo.
-¿Me puedo ir? –Pregunte- No estoy de ánimos 
-¿Ir? ¿A dónde? –Pregunto benjamín- Los tres nos quedaremos aquí 
-Eso piensas –dije.

Me pare de la silla, solo me pare para cuando aquel ‘William’ Me obligo a sentarme nuevamente. Mire a mi alrededor, no había nadie… Solo nosotros tres.

-¡¿Qué es lo que quieres?! –Pregunte- ¡Suéltame! –mire a William con odio pero este no me soltó.
-¿Ya te olvidaste de todo lo nuestro? –pregunto benjamín.
-¿Nuestro? –Reí irónica- Hace semanas intentaste matarme –dije. 
-Cambie de opinión –dijo.

Dio una última probada a su comida, se paró de la mesa y se dirigió hacia mí. 

-Vamos William –dijo- Ayúdame a llevarla a mi habitación 

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