jueves, 14 de febrero de 2013

CAPITULO 2 2° TEMPORADA

Capítulo 2:



-Mama, entonces… ¿Me dejaras ir? –pregunto.

El entusiasmo se oía en la voz de samantha ¿Cómo decirle que no? Asentí con la cabeza, ella grito y nos abrazó a Baltazar y a mí. Nos dio unos cuantos besos y luego paro hasta quedarse completamente tranquila.

-¿Cuándo empiezan las clases? –pregunte tomando la hoja y mirándola.
-En 2 días –dijo ella- ¿Crees que tengamos tiempo para empacar todo? –pregunte.
-Si empezamos desde ahora si –dijo Baltazar dando un sorbo a su café.
-Gracias papa –dijo samantha abrazando a Baltazar.
-De nada hija y bueno… Anda, ve a tu habitación a arreglar tus cosas. Más tarde yo te ayudo con las maletas –dijo Baltazar.
-Claro papa y… Gracias –nos dijo a ambos.

Ella se fue corriendo y subió las escaleras. Mientras tanto entre Baltazar y yo nos dimos unos cuantos besos y nos sentamos para poder desayunar tranquilos.

-¿Estas segura que quieres que sam valla? –pregunto Baltazar tomando mi mano y apretándola.
-De estar segura no lo estoy pero… Creo que deberíamos darle una oportunidad y si las cosas salen mal debemos traerla de vuelta –dije.
-Bueno… te amo –dijo.

Me sorprendía que Baltazar siguiera diciéndome esa palabra después de tanto tiempo. Le había tomado un gran cariño a él. Siempre me apoyo en mis momentos de angustia o tristeza. Baltazar es un buen hombre y también lo amo. Extrañaba a Justin, lo extrañaba con todo mí ser. Si tuviera una sola oportunidad de verlo, abrazarlo y besarlo sería la mujer más feliz del mundo pero… ¿Dónde encontrarlo? ¿y si se cambió de país?

-Yo también te amo –dije.

El dio unos sorbos más a su café y se paró de la mesa. Se estiro un poco y soltó de mi mano. Baltazar se había puesto muy guapo, como había mencionado… Ambos éramos jóvenes aun, no tanto pero lo éramos. Baltazar tiene 31 y yo 30. Tal vez la edad perfecta…

-Iré a ayudar a sam –dijo- Te amo…
-Claro –dije- También te… amo.

Él se retiró del comedor y aquí quede yo. Sola, sola esperando a que el hombre de mi vida aparezca nuevamente y quedar juntos eternamente. Quede sola esperando al que creí mi amor, al que creí mi vida entera. Los sentimientos aun me abundaban, yo amaba a Justin ¡Lo amaba con todo el corazón y no sabía qué hacer para encontrarlo! Ahora tengo responsabilidades y simplemente tengo que cumplirás. Unas cuantas lagrimas se derramaron pero las quite en un instante, termine mi café y me dirigí hacia la habitación de Sam. Pude observar a Baltazar y samantha hablando juntos, riéndose y en fin… Una familia perfecta excepto el que Baltazar no era el padre biológico de samantha.
Me recargue en el marco de la puerta, algunas risas se me escapaban por las boberías que decía samantha. Ella es una hermosa chica y lo que menos quisiera en estos momentos es que algo le pasara.
-Ven a ayudarnos mama –dijo sam dirigiéndose hacia mí y tomando de mi muñeca.
-Tienes demasiada ropa y no tenemos tantas maletas ¿Crees que toda quepa? –pregunte.
-Eso creo… ahí usan uniformes ¿cierto? –pregunto.
-Bueno si… Todos los días y la ropa solo es para después de clases y los fines de semana –dije.

Las horas fueron transcurriendo al igual que los días. Samantha estaba más que entusiasmada y feliz por ir al internado. Cada mañana despertaba con una sonrisa realmente grande. Después de dos largos días llego el momento, llego el momento de dejar a samantha a conocer de todo sobre nosotros. No dudaba que algún día se daría cuenta, pero mientras más tarde mejor.

-Mama… Papa ¿me veo bien? ¿Seguros? –pregunto sam.
-Te vez hermosa –dijo Baltazar.
-Te vez sexy –dije guiñando mi ojo.

Los tres nos encontrábamos fuera del internado en el auto. Vi el lugar, todo era exactamente igual como lo recordaba. Muchos recuerdos vinieron a mi mente pero trate de esquivarlos. Los tres decidimos salir del auto e ir con la directora para saber si realmente habían aceptado a samantha.

Caminamos unos cuantos pasillos hasta que llegamos a la oficina principal, todo era tan… tan igual ¡Todo era igual! Yo toque la puerta de la oficina hasta que segundos después una voz conocida y vieja dijo la palabra ‘pasen’ Los tres entramos y nos sentamos en unas sillas que estaban enfrente del escritorio. Hay se encontraba esa mujer, una mujer ya vieja con pelo corto y canoso. Tenía unos lentes y era delgada.

-Directora Collins, mucho gusto –dijo dándonos la mano a mí y Baltazar.

Baltazar me miro y yo lo mire ¿Aún estaba ella en este mismo puesto? ¡Le haría la vida imposible a samantha si supiera que éramos Baltazar y yo! Baltazar hizo una cara que quiso decir que no dijéramos nada de que nosotros habíamos estado aquí.

-Mucho gusto –dije tomando y saludándola- Venimos a comprobar que aceptaron a mi hija aquí
-¿Apellidos? –pregunto volteándose y buscando entre unas cajas.
-Farrow –dije.

Revolcó unas cuantas hojas hasta que saco un folder que estaba repleto de hojas y era gigantesco.

-¿Samantha Farrow? –pregunto la directora.
-Si soy yo –dijo sam.

La directora leyó unas cuantas hojas y al parecer se quedó un poco sorprendida.

-Bueno si… Ella fue aceptada y por cierto tiene excelentes calificaciones… Dieces limpios, nos vendrá muy bien a la escuela –dijo.
-Perfecto bueno… Muchas gracias directora Collins –dije.

Los tres nos paramos de las sillas y salimos al pasillo. Baltazar y yo dimos un fuerte abrazo a samantha y le dimos varios besos. Después de una larga despedida era la hora. Le di un último beso a mi hija y Salí de aquel internado en donde fue la pesadilla más horrible de toda la historia, fue donde conocí a benjamín y sufrí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario